Ubicada en la zona de los Andes Centrales, la provincia tiene gran potencial para el desarrollo de la minería para la transición energética. Atesora en su suelo y subsuelo potasio, uranio, silicio, oro, hierro, cuarzo, baritina, manganeso y zinc, entre otros minerales. El rol central es del cobre.

Ubicada en la zona de los Andes Centrales, Mendoza es atravesada por 5 de las principales fajas metalogénicas: Estudios del Servicio Geológico Minero de Argentina (SEGEMAR) confirman que la provincia posee en su suelo y subsuelo materiales críticos para la transición energética, como cobre, cobalto y uranio); centrales para la industria, como el hierro; para la tecnología, como el oro y la plata; o para la seguridad alimentaria, como el potasio. 

Conocida por sus paisajes, sus viñedos y su histórica industria petrolera, la provincia se ubica sobre un tesoro subterráneo que comienza a ser explorado con las más altas normas ambientales. Además, con un uso ínfimo y reciclaje de agua, tecnología de punta y normas estándar EITI, que son la referencia mundial para la transparencia y la rendición de cuentas en los sectores del petróleo, el gas y la minería.

La exploración ordenada, sostenible y transparente de estos minerales augura un gran futuro para Mendoza, que puede convertirse en uno de los principales exportadores de minerales críticos a nivel mundial.

Esto, además de diversificar las actividades económicas de la provincia, demandará empleo y dará oportunidades a profesionales, egresados de escuelas técnicas y proveedores de servicios. También traerá aparejada mayor infraestructura, ya que en cada proyecto se abren nuevos caminos.

 

Malargüe, la pieza clave

Según datos del SEGEMAR, Malargüe posee una superficie de aproximadamente 20.000 km² con un alto potencial metalogénico, es decir, con condiciones geológicas favorables para la formación de depósitos minerales.

En este departamento, Impulsa Mendoza inició un minucioso trabajo que incluyó estudios ambientales integrales de consultoras independientes, estudios sociales, análisis de infraestructura y un trabajo conjunto con instituciones educativas como la UNCuyo.

De estos estudios nace Malargüe Distrito Minero Occidental (MDMO), un proyecto que ya cuenta con todos los estudios ambientales y sociales y que pasó con éxito una multitudinaria audiencia pública en ese departamento, donde existe una gran vocación territorial.

Hoy en Malargüe se analizan 34 proyectos en la zona, que ya cuenta con exploraciones auspiciosas como la de Hierro Indio y Cerro Amarillo y se posiciona como la gran potencia del cobre. Este mineral es esencial para la transición hacia energías verdes con menos emisiones, que contribuirán a la lucha contra el calentamiento global.

Como parte de estas acciones, se presentó en marzo el Plan Pilares, una hoja de ruta trazada gracias al trabajo colaborativo de Impulsa Mendoza SA, el Consejo Empresario Mendocino (CEM), la Universidad Nacional de Cuyo y actores privados como Tassaroli SA, Argenteo Mining SA, el geólogo Guillermo Pensado y la consultora internacional Karungen.

El objetivo de Plan Pilares es identificar las brechas asociadas a los cinco pilares para poder desplegar el potencial valor económico, social y ambiental que se impulsaría por una minería moderna y sostenible.

Las investigaciones más recientes anticipan que la demanda mundial de cobre aumentará de los 28,3 millones de toneladas anuales de 2020 a aproximadamente 41 millones en 2040, lo que significa que la producción de este metal deberá ser al menos el doble de la actual.

El informe, encargado por la Asociación Internacional del Cobre (ICA) y realizado por CRU Group, reveló que el futuro mercado del cobre subirá de forma exponencial por la transición hacia energías verdes.

La oportunidad es hoy. Junto con MDMO, Impulsa Mendoza lleva adelante acciones coordinadas con instituciones públicas y privadas, promociones en ferias mundiales y acciones para atraer inversiones y despertar a un gigante dormido que puede convertir a la provincia en una potencia.